Medal of Honor: Allied Assault es un juego FPS (First Person Shooter) el cual está ambientado en los sucesos acaecidos en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, como anteriormente habíamos comentado. En él, el jugador asume el rol de el teniente Mike Powell, un experimentado Ranger del Ejército de los Estados Unidos que trabaja para la oficina de Servicios Estratégicos, de quien se tiene poca información y rara vez se escucha palabra alguna. A medida de que se avanza en el juego se irán obteniendo diferentes condecoraciones, siendo la más preciada la que le da el título a este juego: la Medalla del Honor.
El juego consta de alrededor de 30 niveles repartidos en 6 misiones, los cuales se ambientan en diferentes locaciones de Europa, como Francia, Alemania y Normandía, entre otras. A pesar de las diferencias entre las misiones a tomar, que incluyen infiltraciones, sabotaje, búsqueda y rescate, búsqueda y destrucción, hay un hilo conductor entre ellas. Sin duda una de las misiones más sorprendentes del juego es el desembarco en la Playa de Omaha, más aún si se ha visto la película Rescatando al Soldado Ryan, ya que es una reproducción fiel a la escena homóloga de la cinta de Spielberg. Y aún no conociéndose la película, el detalle gráfico y el nivel de acción de esta misión son sencillamente espectaculares.
Al Gunas Imagenes:
Analilisis
La guerra en estado puro
Los títulos relacionados con la guerra, más concretamente con la Segunda Guerra Mundial, no han sido nunca un género del que faltasen ejemplares en el mundillo de los videojuegos. Desde los wargames más concienzudos, como la serie Panzer General; los de acción, como Metal Slug; e incluso rol, con Weird War (aunque con reservas).
Y, por supuesto, juegos de acción en primera persona. De estos ha habido también algunos, pero no es hasta la llegada del que nos ocupa que el género se revolucionó hasta poder llegar a decir que
tenemos la mismísima guerra en casa.
La guerra, según Electronic Arts
Allied Assault nos ofrece una experiencia bélica excelente, con un realismo elevadísimo y una capacidad de recrear los puntos clave del conflicto más importante del siglo XX de una manera más que acertada. Tal es así que no serán muchos los jugadores que no conozcan este título por la excelente puesta en escena de la misión del día D.
Tomamos el papel de un soldado raso del ejército de los Estados Unidos de América a través de cinco misiones, que a su vez están divididas en otras tantas. Que nadie se lleve a engaño puesto que el juego es largo y complicado en ciertos aspectos, lo que no significará que su dificultad sea excesivamente elevada.
Lo primero que llama la atención al jugar a MOHAA es la recreación de los escenarios, que no deja de ser, como el juego en sí, tremendamente fiel. Pero aparte de fidelidad nos encontramos con que cada objeto de las localizaciones es parte activo de las mismas, por tanto podremos cubrirnos con ellas, algo primordial como puede observarse en la citada fase de Normandía, donde cubrirse con los hierros antitanque es básico para poder sobrevivir (y aún así cuesta). Lástima que no podamos mover ningún elemento ni destruirlos, siendo el escenario completamente estático, aparte de los edificios preparados para explotar a base de cañonazos.